Sonríe, y usted nace y asume el mundo
mira sin mirar, indefensa, desnuda,
transparente.
Y a lo mejor si la sonrisa viene de muy,
muy adentro usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse, sin desesperarse
sin convocar la muerte, sin sentirse vacía
Llorar, sólo llorar
Entonces su sonrisa, si todavía existe
se vuelve un arco iris.